Para Neil de Grasse, la divulgación de la ciencia ayuda a la sociedad a crear personas pensantes, personas que se cuestionan las cosas y que comparten su visión del mundo. El objetivo de la educación debería ser mantener la curiosidad de nuestra infancia y plantearnos continuamente preguntas sobre el mundo que nos rodea.

Concuerdo plenamente con estas apreciaciones que mantiene Neil de Grasse (cómo no hacerlo) y la importancia de compartir el conocimiento. Las redes actuales de información nos permiten estar en conexión con una multitud de personas que nos muestran su visión del mundo y nos permite tener acceso a multitud de información sobre temas muy diversos. Pero toda esa información se debe digerir, y para ello necesitamos mentes críticas, que sepan discernir las respuestas que buscan entre tanta información, mentes que se cuestionen los resultados y los pongan a prueba.

Frente a una educación formal, estructurada, pautada, homogénea y que muchas veces resulta ser simple transmisora de información, existe también una educación no formal, aquella que responde y emerge del interés de la propia persona por descubrir. Es en la educación no formal (si se realiza desde el propio interés) donde las personas alimentan su curiosidad, buscan respuestas a las preguntas que les inquietan y se fuerzan a pensar, a crear sus propios criterios.

Desde mi experiencia la pasión por la ciencia se alimenta por el gozo del descubrimiento más que por la obtención de información y la resolución de problemas que uno no se había formulado. El placer de descubrir algo por uno mismo, de encontrar respuesta a una pregunta que te había rondado la cabeza por tiempo, o de ver que un experimento ha resultado exitoso alimenta la pasión y te demuestra capaz de seguir haciéndote preguntas y encontrando respuestas.

Muchas veces es en la educación no formal, al ser más libre y menos dirigida, en la que este proceso de pregunta-respuesta se completa. Actualmente, gracias a las diferentes comunidades de interés que pueden relacionarse a través de los medios de comunicación e información, es mucho más fácil encontrar estos espacios de educación informal, con lo que los esfuerzos educativos deberían orientarse a saber moverse por ellos, enseñar a pensar y crear personas críticas y curiosas.

Artículo perteneciente a las tareas del Master de Cultura Científica